Un rincón en la red para llenar con literatura de cualquier tipo, sin restricción alguna, pues el arte es libertad. Un pequeño punto donde depositar y vocalizar un trozo de mi corazón y conciencia. Un espacio donde ustedes también podéis colaborar. J.M.GONZÁLEZ.
Avisor, otean las gaviotas
el moderno velero
con mástiles de metal.
El paisaje se abre
en una mirilla hacia el mar.
Mascotas de casa
y humanos de ciudad
se abren a su instinto animal.
Las olas le enseñan a rugir,
el viento a golpear
y la ardiente arena
a galopar.
Milenario jardín boquea
el levante que noquea
la roca que pasea
a la veritita de la inmesidad.
Copo a copo,
año tras año,
se cubre la ciudad
del insípido blanco.
No queda color
tras el asentamiento,
no queda calor
tras aprender
a desprenderse del sol.
El raciocinio que nos enseñó
la geometría del copo
nos deslumbra de ver
la venus encerrada en él,
la pista de la ladera.
La caricia ahora es fría.
Corta, que no quema,
el recuerdo de la llama.
Se congela la sierpe bombeante,
un funerario gris se apiada de la tez,
una educada mente de miedo abundante.
No más mejillas sonrosadas,
solo narices heladas.
J.M.González