Sucio, pobre y orgulloso
camina despreocupado
mirando todo con asco,
enfadado e insultando
a cada paso.
Remilgado, trágico y dramático
en si se cierra,
llorando en su ático
a solas, escribiendo
en un papel mundos mágicos.
El romántico en el café
conversa sobre política y fé
cuando el punk entra
cual pistolera en taberna.
"¡Estirado deprimido,
levanta de mi sitio!"
"El sitio te cedo
pues no lo merezco."
Se vuelve a las sombras
con filosofía filantrópica,
preguntándose si el compañero
se confunde al juzgar
a todo el mundo entero.
Irrumpe de nuevo el punk
y su ático comienza a reclamar.
El romántico no puede pensar
más que con su vida acabar.
Cuando ya no puede más,
una luz les ciega y calienta,
la luz de la paz.
Entre flores desciende
y al punk y romántico
les dice amablemente
que tiempos mejores vienen.
J.M.González
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