domingo, 22 de noviembre de 2020

Monólogo de conversación

Que el ruido de la ciudad

lo eclipsó el bombeo de mi corazón,

comandado por mi azotea

que siempre marchita la flor.

 

Un monstruo que empuja

y libera el alcohol.

 

Pisando el freno

empieza a funcionar,

la inversa de la acción

mejora la efectividad.

 

A Catalina le confieso

que soy lágrima en el mar.

 

Y es en ese momento

en el que rompo las cadenas.

Y es en ese lugar

En el que gano mi guerra.

 

Donde me doy cuenta

de mi lucha interna.


          J.M.González

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