Cuervo, viejo amigo,
no me envuelvas
en tus ya conocidas alas
tan frías como negras.
Cuervo, viejo amigo,
¿no sufrí bastante,
en aquellos tiempos
que fuiste mi acompañante?
Cuervo, viejo amigo,
he de confesar
que tu compañía es grata
cuando no comienza a prolongar.
Cuervo, viejo amigo,
mis ojos no envuelvas
pues lo que han visto
de la mente, tu venda no se lleva.
Cuervo, viejo amigo,
ya me cansé de luchar,
me quedaré en tu seno
si me envuelves una vez más.
J.M.González
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