domingo, 23 de septiembre de 2012

Escaleras

¡Buenas a todos! Aquí os dejo un nuevo micro-relato recién salido del horno, que me ha dado un ataque de inspiración. ¡Espero que lo disfrutéis!


Las escaleras son curiosas. Las escaleras suben, las escaleras bajan. Las escaleras son cortas, otras largas. Vivimos en escaleras. No, todos vivimos en una sola escalera.

Pero la escalera en las que vivimos es infinita. Nuestra vida consiste en subir y bajar escalones. Y durante este eterno viaje, encuentras a otros peregrinos de la escalera. Esos peregrinos pueden ayudarte a subir peldaños. Otros de un solo movimiento te hacen rodar hacia abajo, no siempre voluntariamente.

Yo antes subía. Subía sin parar. Pero empezaron a llegar las patadas. Patadas y patadas. Caía descontrolado. Pero entonces aparecieron aquellos peregrinos en medio de la escalera. Me frenaron, me levantaron y me sacudieron el polvo. Me agarraron fuertemente los brazos, y empecé a subir escalones.
Sé que llegaran más patadas, y más fuertes. Pero sé que los caminantes estarán ahí para agarrarme y evitar que vuelva a rodar. Y yo evitaré que ellos caigan cuando reciban coces.

No nos gusta rodar.



Hermes

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